En diciembre pasado se realizó el juicio donde se estableció que el hombre era responsable penal y este martes se determinó la pena. La fiscal a cargo, Laura Pizzipaulo, solicitó 15 meses de condena, pero el juez Diego Chavarría le dictó 12 meses.
Tras conocerse la pena, la fiscalía solicitó una serie de medidas. Que el portero realice un tratamiento psicológico y que no se acerque ni a la víctima ni a su familia. Además, solicitaron una prohibición de acercamiento a menores, que no prosperó, de todas formas el Consejo Provincial de Educación (CPE) lo reubicó en un área donde no está en contacto con menores.
Entre el 10 de agosto y el 10 de octubre de 2018, el portero, amigo del padre de la niña, le envió mensajes de Whatsapp con un alto contenido sexual a la víctima.
El develamiento fue casual, ya que lo advirtió la madre una vez que estaba atendiendo una llamada en el celular de la chica y vió que entraba un mensaje.
De inmediato denunció y la fiscalía comenzó a trabajar sobre la figura del grooming, que es la acción deliberada de un adulto de acosar sexualmente a un niño, niña o adolescente por internet o redes sociales, con la finalidad de lograr un encuentro donde se pueda concretar un abuso.
Durante el juicio se ventilaron mensajes tales como: “Te amo, te quiero a tal punto de que tengo la seguridad de que pronto vas a ser mía. Me metí en tu corazón y pronto me voy a meter dentro tuyo”.
A la batería de mensajes se sumaron audios en los cuales además de ofrecerse a cargarle crédito al celular, le solicitaba fotos de índole sexual.
Toda esta evidencia fue valorada por el juez Diego Chavarría que fue quien lo condenó.
Respecto de la medida dispuesta para que se ve la posibilidad de hacer un tratamiento, el juez explicó que “sería importante que el hombre realice un tratamiento psicológico o psiquiátrico, pero depende de la voluntad de él y de si el hospital se lo puede brindar”.
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