La estructura metálica fue entronizada en la cumbre y en horas de la noche fue iluminada por primera vez para alegría y orgullo de todos los zapalinos.
El emprendimiento corresponde a los más de 60 integrantes de Los Cóndores, un grupo de amigos montañistas que hace casi 28 años vienen escribiendo historias de aventuras y camaradería. "Con la cruz en lo más alto, nos sentimos protegidos y bendecidos por Dios así como toda la ciudadanía de Zapala. Cuida nuestros sueño en las noches y bendice nuestros días", expresó Chamaco Quintana, el presidente de Los Cóndores en diálogo con LM Neuquén.
La entronización de la cruz en el Cerro Michaceo es un proyecto social y comunitario que involucró a todo el pueblo. "Todos lo sintieron como propio y en consecuencia hicieron el aporte que estaba en sus manos", dijo Quintana.
“Los chicos de antes siempre dibujaban el cerro Michacheo con una cruz, pasó el tiempo y esa imagen se perdió. Con esta iniciativa le queríamos devolver la cruz a nuestro emblema de identidad zapalina”, agregó Julio Villalba, otro de los integrantes del club montañés.
La construcción de la cruz demandó un trabajo de tres años y reemplaza a la histórica estructura que se desplomó algunas décadas atrás. El proyecto y diseño corrió por cuenta del mismo Villalba, en tanto la construcción y ampliación del tamaño al real les correspondió a Juan Morales y a su hijo Gerónimo.
La cruz tiene 8 metros de alto, 5 de brazos y 1 de cuerpo. Todos los materiales fueron gestionados por el entonces diputado provincial Carlos Koopmann como así varias instituciones intermedias de la ciudad hicieron su aporte.
Una vez concluida la construcción, la cruz alcanzó un peso aproximado de 850 kg y ahí comenzó otro desafío: llevarla hasta la base y lograr llegar con ella a la cumbre.
En octubre de 2020 se inició todo el dispositivo y con la colaboración de efectivos de la Compañía de Cazadores de Montaña 6 de Pinos Primeros se inició el ascenso a través de un teleférico montado con cuerdas. Todo marchaba en perfectas condiciones hasta que faltando unos 15 o 20 metros una falla en uno de los seguros propició el derrape de la cruz y cayó hasta la base sufriendo varias roturas.
Se inició así un proceso de reparación, restauración y pintura de la estructura y en el mes de julio de 2021 en medio de un fuerte viento se hizo un nuevo intento y finalmente la cruz llegó a la cumbre y quedó a la espera de ser levantada.
"En medio de ese proceso Los Cóndores a pulmón y con la mochila al hombro fuimos llevando de a poco cemento, cal, arena, hierros y todos los aparejos para construir la base y los puntos de anclaje para finalmente poner en posición vertical la cruz”, relató Chamaco.
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