El dinosaurio, un herbívoro del grupo de los saurópodos y llamado Lavocatisaurus agrioensis transcurrió su vida en una zona de la Argentina que por entonces era desértica, explicaron los expertos.
El arqueólogo y director del Museo paleontológico Olsacher de Zapala, Alberto Garrido, contó a LM Neuquén que las tareas de campo y extracción iniciaron en el 2016.
"Las tareas efectivas de campo fueron dos años. En el campo estuvimos 20 días por año y el trabajo de laboratorio nos llevo casi tres años porque había que limpiar el cráneo, que es una de las cuestiones mas novedosas del hallazgo y es muy delicado. Había que hacer un trabajo muy metódico y pausado para que el trabajo salga bien", indicó Garrido.
El hallazgo de la nueva especie fue publicado por la revista especializada Acta Palaeontologica Polonica y dado a conocer en Argentina este viernes por la Agencia de Divulgación Científica (CTyS), de la Universidad Nacional de La Matanza.
"Encontramos la mayor parte de los huesos del cráneo: el hocico, las mandíbulas, gran cantidad de dientes, también los huesos que definen la órbita de los ojos por ejemplo y, de esa manera, pudimos hacer una reconstrucción muy completa", expresó José Luis Carballido, investigador del Museo Egidio Feruglio y del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas de Argentina.
También se encontraron en el lugar partes del cuello, la cola y el dorso.
"No solo se trata del hallazgo de una especie nueva en un sitio donde no se esperaba encontrar fósiles, sino que además el cráneo está prácticamente completo", añadió Carballido.
Los restos corresponden a un ejemplar adulto, de unos doce metros, y dos juveniles, de entre seis y siete metros. Los paleontólogos presumen que se desplazaban en grupo y murieron juntos.
"Este descubrimiento de un adulto y dos juveniles también significó el primer registro de un desplazamiento en grupo dentro de los dinosaurios rebaquisáuridos", destacó José Ignacio Canudo, de la Universidad de Zaragoza y autor principal del estudio.
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